domingo, 25 de abril de 2010

NUESTROS CUENTOS

EL ARBOL SOLITARIO
Un gran árbol de colores llamativos estaba solitario, ya que vivía en una pradera. Cuando la gente y los animales pasaban el pobre vegetal se sentía marginado. Quería esconder su tristeza, pero, por mucho que lo intentaba no lo conseguía.
Un determinado día, un gorrión herido cayó en la copa del árbol, y éste le preguntó:
- ¿ Qué te ha pasado, gorrión ?
- La verdad es que no lo sé muy bien; estaba volando y, de repente, me di la vuelta, entonces... ¡Patapán ! algo me había golpeado.
- Ya que estás herido quédate aquí un tiempo, te sanarás -sugirió nuestro árbol.
El gorrión le hizo caso y... una semana después el amigable ave sanó y le preguntó al árbol:
- Querido amigo ¿ Cómo podría agradecértelo ?
- La verdad es que estoy bastante solo y mi único amigo eres tú; pero ¿ podrías traerme semillas de manzanos, limoneros y naranjos ? También puedes traer muchas más plantas y flores.
- ¡ Claro ! Me has salvado la vida, lo haré encantado.
El ave recolectó todo lo que su amigo le pidió y lo dejó caer por todo el terreno cercano a él. Poco después, todas las plantas y flores crecieron y dieron al árbol una hermosura que toda la pradera admiraba. Y desde entonces el gorrión vivió en ese vegetal tan hermoso.
Con el paso del tiempo, ese pequeño ecosistema se convirtió en un gran y hermoso vergel, sorprendiendo a todo el mundo.
Santiago García Camacho
EL SOL Y LA LUNA
Debeis saber que, aunque no tengan mucho en común, el Sol y la Luna son hermanos. Como es de suponer, el Sol es el mayor, ya que fue él quien creó el universo y, por tanto él es más sabio que la Luna y que todos los planetas. Sin embargo, su hermana es un simple satélite que trata de aprender de su hermano. La Luna está orgullosa del Sol y espera algún día ser como él.
Segurísimo que os habeis fijado en que el Sol y la Luna están muy lejos. Pero eso no es problema, porque para eso existen los móviles ¿no? Y cuando los móviles no funcionan usan la cadena, que consiste en pasar los mensajes a través de los planetas.
A veces, cuando la Luna tiene frío o se encuentra mal, su hermano le envía rayos de sol.
Se quieren un montón...
Luna Jiménez Pola
LA AVESTRUZ QUE QUERÍA VOLAR
Había una vez una avestruz que quería volar pero no sabían que los avestruces no pueden volar. Ella se esforzaba para poder volar alto como los demás pájaros. Se preguntaba:
-¿Por qué no puedo volar si soy un ave? ¡Es injusto!
Había un colegio donde daban clase los pájaros, pero resulta que estaba en el cielo y no podía llegar. Los demás avestruces no le entendían porque ellos se divertían saltando, correteando, etc...
-¿ Por qué no dejas de pensar en eso y piensas en lo divertido que es correr ? -le sugirió un avestruz.
- ¡ Cállate, no me entenderías !
- Bueno, y ¿por qué no intentas explicármelo? ¡Porfi!
- Está bien, te cuento: porque los pájaros que pueden volar tienen muchas cosas.
- ¿ Cómo qué ?
- Como un COLEGIO.
El avestruz que le intentaba ayudarle pasó de ese tema porque a él le daba igual.
Un día, un maestro del tipo de pájaros que sí podían volar le preguntó qué le pasaba . La avestruz lo contó todo. Entonces el maestro lo entendió y contrató a unos albañiles.
- ¿ Te gusta el colegio para los avestruces que hay aquí abajo ?-le preguntó cuando la obra estuvo terminada.
- ¡ Me encanta ! Eres un sol...
Los avestruces fueron a ese colegio todos los días y por fin entendieron las razones de su amiga avestruz.
Marina Algaba López